viernes, 16 de noviembre de 2012

INDIA VII: Rajastán, un pasado de cuento




Viajar por el Rajastan (uno de los extensos estados que conforman la India) es como viajar a un pasado glorioso, místico, fascinante como los cuentos orientales. La región hace honor a su nombre "Tierra de Reyes", y ha escrito su historia a base de palacios de mármol y piedra labrada; de Marajás y reyes mongoles; de épicas batallas libradas por guerreros rajputas que mantuvieron infranqueables las murallas de su imperio; de elefantes, camellos y victoriosos caballos transportando en su lomo a todo un pueblo rico y poderoso.

Meherangarth



Ciudades como Jaipur, Udaipur, Bundi, Jhodpur con su mítico fuerte de Meherangarh, o Jaisselmer levantada en pleno desierto sobre una colina de piedra terriza del color del sol. Todas ellas atesoran historias que se fraguaron en tiempos de la ruta de la seda y el comercio con Europa, en los tiempos en que Marco Polo era el único turista. Historias grabadas en los sólidos muros de sus murallas y palacios, que como nos dijo un guía: "fueron construidos para durar".


Bundi

Si dejas volar la imaginación, los sueños son fáciles de cazar pues el paisaje te invita, sin embargo, cuando desciendes de esa alfombra mágica, te tropiezas con las ciudades sucias, destartaladas, ruinosas y apáticas de la que son capaces sus actuales habitantes. Te preguntas cómo un pueblo antiguo pudo construir tamaño imperio plagado de maravillas e ingenios arquitectónicos, y sus contemporáneos apenas son capaces de mantenerlo en pie.

Fuerte de Jhodpur

Quizás la respuesta a esa pregunta sea la desproporcionada extensión de este país para que un gobierno sea verdaderamente eficaz. Quizás sean sus habitantes, cansados de que las clases privilegiadas sigan manteniendo diferencias, o puede que tan sólo sea nuestra pulcritud europea que nos hace ver las cosas de esta manera.

"No trates de entender nada", me recomendó un buen amigo. Fue un buen consejo... ¡pero es tan difícil abstenerse!



Estoy sentado junto a la puerta de Fatehpol, erigida en Meherangarh (Jhodpur) por el Marajá Ajit Singh para conmemorar su victoria sobre los mongoles. Cierro los ojos e imagino a Aladín atravesando los batientes montado sobre su alfombra llevando en sus manos una lámpara reluciente como cien soles. No me cuesta trabajo pedir tres deseos: 'Soñar, seguir soñando y jamás despertar".


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1 comentario:

  1. Pedro el contraste entre el pasado y el presente supongo que va unido a la historia de cada país.
    Debe ser complicado intentar no entender nada para una mente curiosa como la tuya.
    Quisiera leer más, ver más fotos, seguir este viaje virtual por estos lugares posibles.

    abrazos

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